lunes, 28 de diciembre de 2015

Crear para Ser

El ser humano es el único animal capaz de contemplar la naturaleza, aprender de ella y transformarla. Convertir lo dado en algo nuevo. Algo que hasta entonces no existía.
La idea, producto del pensamiento, de la imaginación, se materializa. Se hace “real”. Se comparte. Se socializa. Se vuelve importante para otros.
Todos transformamos la realidad para adaptarla a nuestra visión del mundo y el modo en que lo hacemos es tan diverso que adquiere miles de formas.
Creamos con fines prácticos, de supervivencia, pero también cargamos nuestras producciones de valor simbólico. Ellas nos permiten expresar la manera en que  entendemos lo que nos rodea, cómo convivimos con lo que sucede a nuestro alrededor. Nos hablan de lo que somos, de cómo percibimos al otro, de nuestros sentimientos ante lo desconocido, y nuestras reacciones frente a lo establecido.

A esto lo hemos llamado cultura.

Pero, ¿cuál es el fenómeno por el que hemos llegado a interpretar naturaleza y cultura como conceptos antagónicos?
¿No forma parte la cultura de la naturaleza del hombre?
¿En qué punto comenzamos a autodefinirnos en oposición a lo natural?
Todo lo que inventamos está, en definitiva, lleno de naturaleza.
Nunca hubiéramos inventado el avión si no hubiéramos visto a las aves volar.


Entonces, si cultura y naturaleza en realidad son indisociables y la creatividad es intrínseca a la naturaleza del hombre, ¿por qué algunos nos mostramos más creativos que otros? Si todos poseemos el potencial creador, ¿por qué no lo utilizamos para conquistar nuestros sueños?
Parece que el pensamiento lógico-racional  nos ha envuelto en sus redes de manera tal que tomamos los patrones de la sociedad moderna como verdades absolutas imposibles de quebrantar, y los límites autoimpuestos muchas veces son nuestro más grande obstáculo.
El escritor maltés Edward De Bono, se preguntó acerca de este fenómeno y  propuso como superación del pensamiento lógico la puesta en práctica del “pensamiento lateral”. Este método de pensamiento, que corre perpendicular al racional, tiene por objetivo buscar la mayor cantidad de respuestas ante un mismo problema, abriendo el juego a las posibles acciones que implican salirse del esquema del sentido común, incorporando nuevos enfoques o puntos de vista y consiguiendo a través del impulso creativo soluciones originales.

Leyendo acerca de ésta y otras técnicas para desarrollo de la creatividad, me pregunté si era posible aprender a ser creativo, si esa era una característica de personalidad o si  podía desarrollarse a través de la práctica de ciertos esquemas que nos dictasen los ingredientes necesarios para convertirnos en hombres y mujeres más imaginativos. Esta opción me parecía tan estéril como la de continuar reproduciendo patrones del pensamiento lógico, después de todo, ambas alternativas llamaban a copiar modelos ajenos.  Sentía que sería mejor escribir nuestra propia receta para la creatividad.
Es por eso que les propuse a algunos amigos que pensaran las características que, para ellos, debía tener una persona creativa.

Estas son algunas de las ideas que compartieron conmigo: 
 
María: “Si de crear se trata, una persona es más creativa cuando es permeable a la experiencia, no tiene resistencias, abre la mente, lo sensorial. Todos los sentidos al servicio de descubrir, innovar sobre lo desconocido.”


Cecilia: “Una persona creativa cree y confía en sí misma. Busca en su interior las diferentes posibilidades para resolver y crear algo y lo hace nacer. Está en permanente movimiento y pondrá mente, cuerpo y alma para encontrar mil maneras de vivir la vida y recrearla cada día. Una persona creativa es ingeniosa, original, crítica, valiente, exploradora, libre, curiosa, aventurera, apasionada. Una persona creativa tiene algo y mucho de locura. Vive y siente intensamente. Es sensible, inteligente, perceptiva, intuitiva. Extraña, bohemia, desprejuiciada. Se nutre de todo lo que ve y conoce. Se alimenta del mundo y también de la soledad. Viaja, lee, explora, hace, deshace, se enoja, descubre, siente emoción, entusiasmo, se equivoca, vuelve a intentar. Una persona creativa sabe que es universo y que cada día y en cada paso lo puede re-crear.” 
                
Victoria: “Cuando pienso en una persona CREATIVA, pienso en alguien muy “estimulado” por todo lo que consume, aborda o toma de su alrededor; para luego llevarlo a una elaboración más personal y particular(...) lo que uno ve y cómo lo ve, lo que uno lee y cómo lo lee, lo que descubre y cómo aborda eso que descubre, lo que escribe y en qué lo transforma.
Todo eso que uno consume se va procesando, algunas cosas se desechan, otras ni quedan y otras, quizá pequeñas, se transforman en otras cosas nuevas. Todo se va almacenando y entrelazando con cosas nuevas. Esa información, esos ruidos que nos quedan de algunas cosas, son los que vamos llevando a nuevos procesos para nuestra propia producción.”


David: “Mi opinión sobre el tema de la creatividad está teñida por mi paso en la carrera de coaching, abordamos esto el cuatrimestre que pasó y vimos que la creatividad es una habilidad, es algo que todos tenemos y que puede ser desarrollada mediante el compromiso y el entusiasmo de cada persona, se combina razón con emoción y puede surgir en cualquier momento del día mediante una asociación de ideas diferentes generalmente que convergen en algo nuevo.”


Cristina: “Todos somos creativos, el ser es creativo. Creamos todo el tiempo. Ahora, si vas más a lo específico entonces te contesto alguien creativo es alguien despierto, coherente, alguien que es una herramienta, ya sea de su estado de ánimo, de una energía que lo mueve o ambas. Son transformadores natos, canalizadores de emoción.”


Guillermina: “Una persona creativa es aquella que con pocas o muchas cosas tiene la capacidad de inventar o crear algo en cualquier aspecto de la vida: una comida, una manualidad, inventar una canción en el momento.... La creatividad la podemos aplicar en todos los aspectos de nuestras vidas. Hasta para resolver inconvenientes o encontrarle la vuelta de rosca a algo problemático.”


Pablo: "Alguien que demuestra interés por despegarse de las cosas y fluye con los cambios naturales"


Germán: “Una persona creativa es la que tiene mucha imaginación...es la que ante un problema puede resolverlo de una forma  que por ahí otras personas no....una persona creativa es una persona que puede llegar a ser desestructurada.”


Aldana: “A una persona creativa le deben gustar los cambios, debe ser pro-activa, inspiradora. Ser abierta a su entorno, ser observadora. Sin miedo a equivocarse, siempre experimentando, mutando, unificando. Debe saber bajar ideas a cosas concretas… sus pensamientos, sus sentimientos, sus locuras….”


Leonardo:
“Guia para ser una persona creativa:
  • No tener miedo al ridículo.
  • Nunca dejar de sorprenderse.
  • Nunca dar nada por sentado.
  • Si tenés dudas, preguntá!.”  


Aunque diferentes, ninguna respuesta faltó a la verdad, porque quienes las escribieron las ajustaron a la medida de sus inquietudes y búsquedas personales. Fueron expresiones auténticas de sus personalidades y anhelos. En consecuencia, pienso que no importa cuántas definiciones podamos encontrar, cuántos ejercicios podamos realizar, la única forma de llevar una vida creativa es siendo fieles a nosotros mismos, viviéndola a nuestra manera. 

Más allá de lo que se nos ha enseñado, del desconcierto que una vez sentimos por sabernos diferentes, es precisamente en esa diferencia donde advertimos la singularidad de nuestra existencia.  Abrazarla y tomarla como nuestro único camino, no sólo nos permitirá vivir creativamente sino con una absoluta sensación de libertad. Si en el transcurso del viaje lo olvidamos, no debemos preocuparnos, sólo será momento de dar vuelta la página y volver a pintar fuera de las líneas.

martes, 15 de diciembre de 2015

Más allá de mi río

A veces no es importante por cuánto tiempo o cuantos kilómetros nos alejemos, ver desde otro lugar nuestro interior, nos lleva al reencuentro con lo que fuimos, bordeando antiguos miedos, extrañándonos para volver a encontrarnos.

Llego a tu otra orilla una vez más, camino a tu oriental horizonte, me conmueve tu inmensidad inabarcable, me quedo admirándote absorta en el rumor que entona tu oleaje. Tu costa será testigo de mis días por venir. Una vez desembarcados, piso tierra vecina bajo el calor húmedo de diciembre.



Colonia del Sacramento, Uruguay. Diciembre 2015.

Colonia es una pausa sin tiempo, donde sólo se oye el murmullo del alma dictando las palabras. Un bastión de recuerdos anclados en un puerto perdido en mi memoria se hace presente al recorrer sus caminos llenos de historias repetidas. Sus muros en ruinas, como arrugas de una piel anciana, ven belleza en la melancolía de un pasado perdido.       

  

Sus calles celebran en estas fechas ser patrimonio del mundo, volviéndose escenario para personajes de otros tiempos. Cada esquina lleva las marcas de haber sufrido luchas extranjeras por una tierra ajena. Detrás de un San Francisco en ruinas, la calle se va en suspiros buscando caricias prohibidas, y en la Plaza Mayor tamboriles nos llaman a acompañar sus pasos de candombe.

  


Actores en la celebración por el vigésimo aniversario de la declaración del casco histórico de Colonia Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.




Convento de San Francisco, construido entre los años 1684 y  1705.


La calle de los Suspiros, confeccionada en piedra de estilo portugués en el SXVIII


 En la penumbra de la noche, se encienden algunas ventanas entre ensayos de bailarinas y cenas cinematográficas, mientras los faroles iluminan el ritmo de un paso doble de damas ofreciendo sus manojitos de clavel.



Escena desde la ventana donde se filmó la película "De eso no se habla" de Marcelo Mastroiani.

Sigo hacia el muelle de madera donde los veleros reposan en agua calma y se siente la brisa de un verano que tardó en llegar. Me siento y contemplo el paisaje, todavía con  agua para un último mate. Pienso en el río, en su atardecer que despide a un sol que amanecerá mañana, recordándonos que estamos hechos de ciclos, inmersos en el eterno girar del universo, y que no hay forma de cronometrar un instante. Estoy respirando el ahora y la vida nunca se presentó más nítida ante mis ojos.



Muelle Viejo, hecho de madera en 1866.



Atardecer en Colonia

Mi viaje a Colonia me llevó más allá de lo que imaginaba. Me hizo transitar las huellas de mi pasado reconociendo que en mis cicatrices también se encuentra la belleza, demostrándome que la vida siempre se abre camino, incluso en lo inesperado. Hoy la busco en mi presente sabiendo que nuestros faros iluminan certeros la verdad inmanente en la esencia de todas las cosas.



Faro vigía de los navegantes, construido en 1857 en las ruinas del convento, representando a un fraile franciscano.

domingo, 29 de noviembre de 2015

De mi tierra hacia el mundo


El siguiente es un trabajo de investigación realizado para la materia "Procesos políticos y mundo del Trabajo" de la Tecnicatura en Gestión Cultural. 2015.

El monotributo social como una herramienta que permite a los artesanos acceder a los derechos laborales.

En palabras del economista uruguayo Luis Stolovich “La creación simbólica, sea un proceso individual o colectivo, está ampliamente difundida en la sociedad. La creatividad no es una virtud rara, sino bastante común, en el ser humano. Pero algunos la convierten en la finalidad y el sentido de sus vidas: son los creadores de cultura.”  

Tal es el caso de los artesanos, trabajadores de la cultura cuyas producciones se destacan por tener dos tipos de valor: uno simbólico y otro utilitario. Esta singular característica posiciona sus producciones en un lugar intermedio entre las denominadas “obras artísticas” y los objetos de consumo masivo. Muchos artistas solventan sus gastos con la venta de artesanías, ya que éstas son más fáciles de insertar en el mercado de consumo. Podemos relacionar este fenómeno con la afirmación de Stolovich de que una creación simbólica se transforma en producto cultural cuando logra el reconocimiento colectivo de la sociedad. Parecería ser que el valor de uso de la artesanía, junto con su carácter único por ser un producto meramente manual, y su aporte estético- artístico, logran una combinación que es reconocida y valorada por sus consumidores. La identificación del producto cultural artesanal con una mercancía, le agrega a los valores ya nombrados la dimensión económica. Podríamos denominarlo entonces como un producto simbólico utilitario  mercantil.  
Si bien  el trabajo del artesano presenta mayor aceptación social que el de otros trabajadores de la cultura, podemos distinguir una problemática que le es común: El trabajo suele ser irregular y poco protegido, presentando características propias del sector informal fuera del aparato de prestaciones sociales, seguros médicos, tributación y sistemas jubilatorios.

Latinoamérica y la revalorización de las economías regionales

Ana Wortman, en su libro “Entre la política y la gestión de la cultura y del Arte. Nuevos actores en la Argentina contemporánea” explica el impacto de la globalización en los países en vías de desarrollo y específicamente en la Argentina  durante la década del 90. Observa que se produjo una pérdida de entidades colectivas fuertes, sobre todo en la política y en el mundo del trabajo. Este fenómeno se vio acompañado de la emergencia de nuevos universos simbólicos y nuevos modos de forjar las trayectorias sociales. Se estableció un imaginario social donde la individualidad y la flexibilidad de adaptarse a nuevos escenarios sin profundizar demasiado, así como el éxito económico, se convirtieron  en pilares culturales dominantes.
El neoliberalismo no captó los intereses culturales de los grupos subalternos, ni de los intereses de la cultura de masas. Estas medidas económicas fueron respaldadas por políticas culturales que fomentaban la globalización y el intercambio desigual con otras culturas. Se impuso una cultura de consumo abierta a nuevas formas, que intentaban fusionarse con las autóctonas. La adquisición de costumbres y formas de comportamiento de culturas hegemónicas de los países del llamado primer mundo de manera acrítica e irreflexiva, junto con políticas que tendieron a precarizar la educación, la privatización, el creciente desempleo y gran consumo de productos extranjeros caracterizaron este período, dejando como resultado una gran desigualdad social y  un abandono de las identidades locales.
En su artículo “ Importancia actual del estudio de la economía regional y el desarrollo urbano” el doctor en economía y catedrático extraordinario de la Facultad de Economía de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) Normand Eduardo Asuad Sanén indica que es primordial analizar el comportamiento de las economías regionales y urbanas para impulsar el desarrollo y de ese modo combatir la pobreza. Propone el incorporar técnicas y metodologías que tengan en cuenta el espacio donde se llevan a cabo en vez de extrapolar medidas económicas ajenas y tomarlas como aplicables a nivel mundial.
En el texto, el autor indica que a partir de la década del ‘70 en adelante se produjo un cambio a nivel mundial en la dinámica del mercado, el desarrollo de la tecnología y la expansión de los servicios. En este panorama, podemos advertir una nueva relación  entre la globalización y la regionalización. Distintos fenómenos llevaron a los países a agrupar sus economías por regiones (tal es el caso de la Unión Europea o el Mercosur) y a través de ellas vincularse al mercado mundial. Tal es así, que en la actualidad debemos concebir e interpretar a la economía como la integración entre lo local, lo regional y lo global. Además, la inestabilidad de los mercados internacionales, da lugar al resurgimiento e impulso de las economías locales.
En este contexto, comenzaron a surgir pequeños movimientos sociales que poco a poco adquirieron mayor visibilidad, cooperativas de trabajo, asociaciones civiles, y agentes de cultura comunitaria, que se constituyeron como nuevos espacios de participación social autogestionada. Éstos promueven diferentes estrategias que refuerzan el vínculo social y buscan revalorizar el capital cultural acumulado.
La sociedad organizada empieza a ocupar el espacio público, a través de nuevas y novedosas prácticas culturales. Wortman, define a la forma de organización de estos nuevos centros como empresas sociales, ya que se trata de organizaciones horizontales, sin jerarquías, que muchas veces funcionan como cooperativas de trabajo.


La participación del Estado y el Monotributo Social como impulso al desarrollo regional

En la Argentina en los últimos años, desde el Estado Nacional, se han impulsado estos movimientos a través de la revalorización de las economías regionales y la adquisición de derechos por parte de todos los trabajadores. En este marco es que surge como propuesta desde la AFIP ( Administración Federal de Ingresos Públicos) e implementado a través del Ministerio de Desarrollo Social, la incorporación del  Monotributo Social como una categoría tributaria permanente que reconoce la realización de actividades productivas, comerciales y de servicios por parte de la población en situación de vulnerabilidad social.
El Monotributo Social es una herramienta de inclusión ya que está pensado para  cualquier ciudadano que quiera iniciar una actividad sin contar con un gran capital económico y cuya principal fortaleza sea su capital humano, adquiriendo mediante este instrumento “ciudadanía tributaria”. Consiste en una alfabetización tributaria sobre el inicio de trámites con el Estado dirigida a la población históricamente excluida.
Pueden inscribirse las personas físicas mayores de 18 años que realicen una única actividad económica, integrantes de proyectos productivos que conformen grupos de hasta 3 personas y Cooperativas de Trabajo con seis asociados como mínimo, que no generen ingresos anuales superiores a los correspondientes a la categoría más baja del Monotributo General. Es importante conocer que los monotributistas sociales no pierden el derecho a la asignación universal por hijo para la protección social.
A partir de su inscripción en el monotributo social, a los artesanos, y demás trabajadores que ingresen en esta categoría, se les reconocen derechos tales como: emitir factura, acceder a una obra social, ingresar al sistema previsional y ser proveedor del Estado por compra directa.
El Monotributo está compuesto por 3 componentes: impositivo, previsional y obra social. En el Monotributo Social está subsidiado el 100% del pago del componente impositivo y del previsional, y el 50 % restante de la obra social. La inscripción se realiza en el Registro Nacional de Efectores de Desarrollo Local y Economía Social, organismo encargado de la inscripción y verificación de los monotributistas sociales, y a través de los Centros de Referencia, dependientes del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.  Para la aprobación de la inscripción se tiene en cuenta que las actividades a realizar sean relevantes para el desarrollo local y la economía social, teniendo como prioridad las necesidades regionales tales como la generación de empleo, la identidad y promoción comunitaria, la preservación del medioambiente y el fomento del turismo.
El implemento de esta herramienta viene acompañado de otras medidas llevadas a cabo por el Estado que tienen como objetivo principal incentivar el desarrollo de la producción nacional. Algunos ejemplos son la inclusión de emprendimientos de todo el país a espacios de comercialización, mercados federales y ferias permanentes como lugar de encuentro e intercambio de experiencias y conocimientos impulsando la conformación de redes colaborativas de trabajo y comercio regional y  capacitaciones a emprendedores para lograr la consolidación de sus proyectos e incrementar el valor agregado en sus productos.

Una mirada desde dentro hacia afuera

El interés por parte del Estado Nacional de revalorizar las economías regionales y las identidades locales por sobre los productos industriales globalizados tiene fundamentos ideológicos que atraviesan la cultura indefectiblemente. Se contribuye así a crear nuevos paradigmas en la sociedad, se incentiva a revalorizar lo propio, consolidar nuestro sentimiento de pertenencia, reconocer la diversidad cultural de cada región del país y darle la misma importancia a cada una de las expresiones culturales que podemos encontrar a lo largo de nuestro territorio.
Proteger y brindar derechos laborales a los artesanos locales tiene varios niveles de análisis e implicancias para nuestro país. Por un lado, se los reconoce como trabajadores y por lo tanto, como ciudadanos de derecho que merecen las mismas oportunidades y seguridades sociales que el resto de los trabajadores. Por otro lado, y a un nivel más amplio, las medidas que refuerzan y aseguran el bienestar económico y social de los pequeños emprendedores transmiten un mensaje a nivel simbólico que es de suma importancia para repensarnos y forjar una identidad nacional que valore lo producido en el seno de su cultura. Un país que se mire a sí mismo, que valore el fruto de su trabajo, sus tradiciones, su acervo cultural y las infinitas posibilidades de crecimiento económico-social que pueden existir incentivando la producción nacional, y que se expanda al mundo con el convencimiento de poseer una identidad con bases sólidas e inquebrantables.


Bibliografía

ASUAD SANÉN, Normand Eduardo. Importancia actual del estudio de la economía regional y el desarrollo urbano. UNAM Facultad de Economía.

GETINO, Octavio. La Cultura como capital. 2010.
STOLOVICH, LUIS. La cultura: entre la creación y el negocio. Pero ¿negocio para quién?.Anuario Ininco, jul. 2005, vol.17, no.2, p.58-87. ISSN 0798-2992.

WORTMAN, Ana. Entre la política y la gestión de la cultura y del Arte. Nuevos actores en la argentina contemporánea. Bs. As., Eudeba, 2009.













jueves, 19 de noviembre de 2015

Cada vez somos más en la otra ciudad

CIUDAD ALTERNA Vol V
14 y 15 de Noviembre de 2015
Meridiano V


Cuando el evento convoca,
Se espera y se vive como un clásico.


Primavera, heladeritas con cerveza, pan relleno, ojotas, adoquines, luces de colores y muchas muchas bicis. La cita es en Meridiano V. Dos noches con gente linda, aire libre y calorcito de noviembre. Llegar a Ciudad Alterna es encontrarse con amigos y la certeza de que sí o sí esa noche se la pasa bien.


¿Por qué?


Porque es un espectáculo gratuito y autogestionado por una asociación civil única en la Argentina.
Porque da lugar a músicos emergentes a compartir escenario con otros de mayor trayectoria.
Porque acerca al artista a diferentes públicos.
Porque crea redes entre los distintos espacios de la ciudad con escenarios simultáneos en Meridiano V, show off en Ciudad Vieja, C’est la Vie y Pura Vida.
Porque lo eligen más de 30.000 personas.
Porque comparte códigos y genera fidelidad.
Porque es el encuentro de la cultura rock.
Porque, además, es un festival de arte multidisciplinario abierto y sin fines de lucro.
Porque abre las puertas de la otra ciudad.
“Una ciudad donde la música vive en tu cabeza y siente su espíritu de época.”


En su quinta edición formaron parte del ciclo: Abril y el limonero Mágico, Corazones, Teodoro Caminos, Tototomás, Nunca fui a un parque de diversiones, Daniel Melingo, Juana Molina, Isla Mujeres, Camión, Las Armas + Viedma Tripulación, Fantasmagoria, Marcelo Moura y Massacre.
Además, pudimos compartir otras actividades como la charla con Daniel Melero, Show off en Ciudad Vieja con Peces Raros, en C’est la Vie Concepto Cero presentó a Mr. América, Cora & Mat DJ Set, y Concepto Cero Crew Dj Set y en Pura Vida sonó The Hojas Secas.
Se presentó el libro de Oscar Jalil “Luca Prodan, Libertad divino tesoro”. Juanito el Cantor (músico en la banda La nube mágica), Juana Chang (voz en Kumbia Queers), Señorita Carolina (cantante, mitad del dúo Nikola y corista de Miss Bolivia) y Pol Nada (proyecto musical de Pablo Jacobo) conformaron “Nos miran desde afuera”, un homenaje al rock platense contemporáneo, producido por Caminar de Elefante.
En artes visuales,el fotógrafo  Manuel Cascallar nos mostró sus  “Luces” con cinco retratos de músicos de La Plata montados en el andén interno de la Estación Provincial; Falopapas (Augusto Turallas) pintó en vivo la “Cabeza de Cassette” y  los artistas plásticos  Mariano Lelli y Fernanda Duranti montaron “Seres Vivos” en el bar Un Lugar Qué, donde tambíen se proyectó un documental sobre la historia de Babasónicos, una de las bandas más innovadoras que dió el rock nacional.
Y un año más pudimos volar junto al grupo de Acrobacia Aérea SÉPTIDO conformado por cinco artistas que combinan malabares, sogas elásticas, clown, humor, trapecios y animación.
Ciudad Alterna logró convertirse en un espacio de todos siendo el más claro ejemplo de que cuando hacemos cosas juntos los resultados son únicos. Supo reunir en un mismo evento el alma de una ciudad ecléctica, donde la cultura vive y se renueva constantemente con proyectos creativos de cientos de artistas que día a día trabajan en equipo en las distintas casas culturales con un mismo objetivo: compartir experiencias que nos transformen.


Para saber más sobre la organización y los artistas que participaron podés chequear la web: www.ciudadalterna.com.ar


Arte en Vivo X Falopapas

martes, 10 de noviembre de 2015

Echando Semilla

Se construye y reconstruye, se afirma con los años, crea puentes, me enseña, me acompaña a crecer, me invita a creer. No vive en los recuerdos, sino en el desafío de perseguir nuevos sueños. Así es mi amistad con Aldana.


Además de los años compartidos, nos une un gran amor por el arte en todas las  formas en que pueda existir. No imaginamos otra manera de ser en el mundo que no sea a través suyo. Para nosotras, el arte es el lenguaje que une espíritu y materia, la manifestación de la esencia divina que habita en cada uno de nosotros.


Es por ello que sentimos la necesidad de crear un proyecto que tuviese como objetivo principal expandir un mensaje. Comenzamos a soñar un ciclo de arte que lograse tender redes entre los artistas emergentes y los públicos, que permitiera dar a conocer y vincular los centros culturales locales, uniendo las distintas disciplinas artísticas en una gran obra de arte en formato de evento.


Las ideas comenzaron a tomar forma y poco a poco fuimos creyendo posible alcanzar nuestro sueño. Lo que más nos entusiasmaba era la ilusión de contagiar a los demás esas ganas de generar encuentros para co-crear y que el proyecto creciera hasta convertirse en una comunidad. Siguiendo esa meta fue que, al elegir el nombre, no pudimos pensar en otro mejor: Echando Semilla. Cada ser aportando su creatividad, dedicación y amor, para ver crecer el fruto del trabajo en equipo.

Dimos los primeros pasos a tientas, pero convencidas de estar en el lugar correcto, transitando el camino indicado. Aprendimos de nuestros errores, corregimos, seguimos adelante. Encontramos manos tendidas listas para soñar a nuestro lado, nos llenamos de caricias al alma. Cada persona que creyó en nosotras y nos regaló palabras de aliento fue imprescindible para seguir, sabiendo que teníamos algo valioso que compartir.

Y aquí nos encontramos hoy, a casi dos años de empezar esta aventura, con cuatro eventos realizados, más de cuarenta artistas que nos regalaron su presencia, casas que nos abrieron las puertas, amigos que nos abrazaron incondicionalmente. Cada vez somos más semillas confiando en que la única forma de florecer es hacerlo entre todos y desde el amor.


Conocé más sobre nuestro proyecto en https://www.facebook.com/echandosemilla/


jueves, 5 de noviembre de 2015

Tomemos la palabra

Hoy todos podemos hacer público nuestro pensar y sentir a través de esta poderosa herramienta de comunicación que es la internet.
Tenemos el mundo al alcance de nuestra mano, pero ¿sabemos qué hacemos por él?

La velocidad intempestiva con la que transitan los mensajes virtuales me hace sospechar que no siempre somos conscientes de lo que estamos expresando con nuestras publicaciones.
Es importante detenerse un momento a pensar: ¿Qué mensaje estoy transmitiendo?
Es bueno evaluar si estamos siendo genuinos o si repetimos argumentos ajenos como si fueran propios. Es necesario pausar la marcha,  observarse y preguntarse ¿en qué creo? Cuál es mi profunda verdad, mi esencia, y por qué es necesario compartirla con el resto del mundo.

Celebro este momento de la cultura en que el acceso a distintas corrientes de pensamiento se encuentra a un click de distancia. Hoy en día, tenemos la posibilidad de conocer personas que desde diferentes partes del mundo se sientan frente a sus computadoras y sienten que tienen algo importante que decir. Comparten sus experiencias, porque tal vez del otro lado de la pantalla alguien está viviendo algo parecido o siente las mismas ansias de hablar sobre otras cosas, de compartir otros caminos, de conocer que hay más allá de lo que viene dado.

Qué y cómo nos comunicamos es importante ya que a través de nuestras palabras podemos generar violencia, odio y terror, pero también tenemos la capacidad de sembrar amor, confianza, certeza y alivio. Hay palabras que son mágicas. No es necesario que sean miles, tal vez sea una, la justa, esa que llega a tiempo cuando estás listo para escucharla.
Hoy tenemos la posibilidad de expresarnos y de llegar a públicos insospechados, usemos esta increíble herramienta para llevar un mensaje que sume y no reste, que colabore a la unidad.

En lo personal, siento un profundo convencimiento de que el arte debe ser un actor transformador de la realidad, y me parece interesante el uso de las redes sociales para viralizar contenidos que lo demuestren.
A través de la poesía y la metáfora, es el mensaje quien llega al público tocando las fibras más íntimas, sin necesidad de grandes argumentos, manifestándose al alma sin intermediarios como  esa llama que no podemos describir con palabras.
No tiene comprobación, método ni receta. No es en la racionalidad. El que más sabe de arte no es quien más lo estudió, sino aquel que abre su corazón y logra conmoverse de manera genuina ante un acto sencillo pero lleno de sentido.

El mundo contemporáneo está preparado para que  tomemos las riendas de nuestro propósito, está en nuestras manos la posibilidad de generar conciencia, ser actores y partícipes del cambio social, fomentar la solidaridad, la humildad, el compromiso, el respeto a la diversidad, pero no desde una mirada altruista sino con la sincera convicción de sabernos parte de un mismo universo.
Es el momento de formar equipo, tender redes, forjar nuevas ideas y ponerlas a trabajar hacia un fin común. Es en la orquesta del trabajo conjunto donde todos aportamos esa pieza indispensable que logra la más bella melodía.


Recomiendo seguir las publicaciones de 
 http://www.eluniversodelosencillo.com/
de Pablo Arribas